No es una religión, ni obedece a los postulados de ninguna religión, es un sistema de sanación y crecimiento personal que utilizan personas de cualquier religión o pensamiento.
Por supuesto, Reiki no interfiere en los otros tratamientos, al revés, los potencia y hace que funcionen mejor. Un ejemplo claro son las esencias florales, si se toman simultáneamente con Reiki los resultados son más positivos.
La primera que vez que recibes Reiki ya puedes experimentar sensaciones positivas, pero si se quiere tratar algún problema o enfermedad hay una continuidad. Se aconseja que las primera cuatro sesiones sean en un período corto de tiempo, después dependiendo del caso es suficiente con un tratamiento cada semana o quince días.
Con el primer nivel ya te inciamos que puedas darte autoreiki y también Reiki a los demás. A nivel personal, si prácticas posteriormente contigo de forma regular, te sentirás más tranquilo, optimista y seguro.
No es necesario creer en su efectividad, lo bueno de Reiki es que no influyen para nada las creencias de las personas. Reiki actúa de forma independiente a tu manera de pensar, ya que es una energía, pura y simple.
Como en todo tipo de tratamientos, hay casos en que la persona tienen una leve o moderada mejora y otros casos en que la persona se sana completamente. Sin embargo en todos los casos se aprende a ver las situaciones de una manera más positiva, de tal manera que incluso sin desaparecer la enfermedad se puede vivir de forma plena y feliz.
Desde el año 2000 Reiki ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una terapia complementaria de sanación. Desde hace tiempo se está utilizando en el Hospital 12 de Octubre y el Ramón y Cajal de Madrid, y en el Hospital del Valle de Hebrón de Barcelona.